Yo entiendo el vaso vacío después de estar medio lleno, pero el vacío si duele se llena entero de miedo. Yo entiendo que las palabras pierdan su significado cuando el silencio es quien grita un diccionario oxidado. Yo entiendo tu paso al frente y mi paso de cortado y acepto el mundo sin vernos con el tiempo envenenado. Yo entiendo la despedida sin un adiós de consuelo, yo entiendo lo de olvidarnos, lo de quemarnos por dentro.
Los amores son como el café. Esta él solo, puro, negro, el profundo, el que te deja ese sabor de boca, el que amarga. El cortado, con poca leche. Y el descafeinado, el que la mitad es leche, y la otra café. Para mí el mejor. Así deberían de ser todos los amores, descafeinados.
miércoles, 3 de julio de 2013
martes, 2 de julio de 2013
Tanto que duele
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