Los amores son como el café. Esta él solo, puro, negro, el profundo, el que te deja ese sabor de boca, el que amarga. El cortado, con poca leche. Y el descafeinado, el que la mitad es leche, y la otra café. Para mí el mejor.
Así deberían de ser todos los amores, descafeinados.
¡Buenos días a todos! Empecemos el fin de semana con buen pie. Este rincón de la red lo hemos pedido prestado para transmitiros nuestras formas de ver el mundo. Un saludo y muchos besos.
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