Los amores son como el café. Esta él solo, puro, negro, el profundo, el que te deja ese sabor de boca, el que amarga. El cortado, con poca leche. Y el descafeinado, el que la mitad es leche, y la otra café. Para mí el mejor. Así deberían de ser todos los amores, descafeinados.
lunes, 11 de junio de 2012
Un mundo lleno de contradiciones.
La lluvia no para, los cristales lloran. El sol aparece, las cosas se queman. El aire que respiramos, es contaminado. Las flores nacen, son pisoteadas. Los árboles crecen, y nosotros, los matamos. El río transcurre, es envenenado. No pretendo decir nada, pero quiero decirlo todo.
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