Los amores son como el café. Esta él solo, puro, negro, el profundo, el que te deja ese sabor de boca, el que amarga. El cortado, con poca leche. Y el descafeinado, el que la mitad es leche, y la otra café. Para mí el mejor. Así deberían de ser todos los amores, descafeinados.
lunes, 11 de junio de 2012
Ocupada
No sé si es por el aburrimiento o por qué, pero hoy me ha dado por pensar. Por pensar qué haría sin la gente que me quiere, pensar qué pasaría si el mundo terminase, pensar lo que sucederá al día siguiente... Pensar si hago una cosa o la dejo sin hacer, pensar si ponerme botas o playeras, pensar si te quiero o te dejo de querer... Si, hoy es el día de darle cien mil y un vueltas a las cosas, puede que te sirva de mucho, o de nada.
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